Groenlandia: un ejemplo para Euskal Herria y Catalunya
Groenlandia, región autónoma bajo soberanía danesa, celebró ayer de forma oficial la entrada en vigor de su nuevo estatuto, que reconoce el derecho de autodeterminación y sienta las bases para una futura independencia del país.
Las celebraciones se extendieron por todo este territorio de dos millones de kilómetros cuadrados -el 81% cubierto de hielo- y sólo 57.000 habitantes. Conciertos, actividades culturales, competiciones deportivas y degustación gratuita de productos como carne de ballena fueron incluidos en el programa de actividades para celebrar la entrada en vigor del estatuto, aprobado hace siete meses en referendo por los groenlandeses con el 75% de votos a favor.
El nuevo régimen autonómico supone un paso histórico para Groenlandia, ya que además de aumentar considerablemente su ámbito de competencias propias, reconoce como tal al pueblo groenlandés, su idioma como única lengua oficial y amplía al máximo las competencias que puede asumir el Gobierno autonómico, otorgando a éste el control de los hipotéticos ingresos del subsuelo.
En ese subsuelo podría haber reservas de crudo equivalentes a la mitad de las de Arabia Saudí, lo que permitiría a un país que vive de la pesca y la subvención anual de Copenhague ser autosuficiente.
La reina danesa Margarita II le entregó al presidente del legebiltzarra Josef Motzfeldt, la nueva ley del estatuto que da comienzo al proceso independentista oficial.
Con ello Dinamarca, pais de tradicion democratica y que bien sabe lo que es sufrir las garras del fascismo, ha dado un ejemplo de solucion a los problemas nacionales.
Es el pueblo de Groenlandia mediante la decision democratica, quien decidira, el futuro de la isla. Ni que decir tiene, que en Euskal Herria o Catalunya, se anhela por una solución en esos términos, los de la solución democrática, que desemboque en un marco de convivencia en el cual el pueblo tenga la última palabra, respecto a su futuro.
Donde el término democracia tiene todavía algún sentido, el jefe del gobierno nacional groenlandés Kuupik Kleist, del partido socialista radical Inuit Ataqatigiit (IA), izquierda soberanista de Groenlandia, se felicitó por esta jornada simbólica "llena de esperanzas y de posibilidades", en un discurso en el que llamó a sus ciudadanos a "trabajar duro para desarrollar nuestras capacidades, para satisfacer nosotros mismos nuestras necesidades y asegurar nuestra soberanía".
El presidente de Islandia, Ólafur Ragnar Grímsson; el presidente de las Islas Feroe, Jóannes Eidesgaard, y los embajadores de Italia, Alemania, Inglaterra, China, Estados Unidos, Rusia y Japón asistirán a los actos oficiales, que tendrán su punto central en Nuuk pero se extenderán por todo este país de 2 millones de kilómetros cuadrados -el 80 por ciento cubierto de hielo- y sólo 57.000 habitantes.
"Al fin se nos reconoce como pueblo con nuestro propio idioma, nuestra propia cultura, nuestra identidad. Podemos decidir sobre nuestro propio destino sin pedirle cada vez la autorización a Copenhague", comentó otro miembro del gobierno.
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